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La cultura de la transparencia nunca ha encontrado eco entre los presidentes municipales. Sin importar ideologías o colores de partido, la opacidad los aglutina.
Siendo la autoridad más próxima a los ciudadanos, es al mismo tiempo la más distante en cuanto a la rendición de cuentas. Eso no es nuevo, es uno de los problemas más serios que se tienen en el país. Su compromiso con la sociedad suele ser coyuntural y no va más allá de los tiempos de campaña cuando andan en busca del voto. Después a otra cosa. Ayer, la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública emitió un comunicado en el que se da muestra del claro desinterés de las autoridades municipales para cumplir con la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Lo paradójico, es que el inicio de procedimientos administrativos que se mencionan en contra de autoridades municipales, no es en contra de los nuevos ediles sino a ex presidentes municipales. Se trata de omisiones en cuanto a las obligaciones a difundir información de oficio en 2009. Lo que pasa por alto la autoridad garante, es que los nuevos ayuntamientos incurren en las mismas deficiencias, pero de eso no se dice nada. Un ejemplo simple. El ayuntamiento de la capital en su apartado de transparencia en la página web, relativa a los gastos en medios de comunicación y otras informaciones de interés público, mantiene un informe desfasado de la anterior administración. Se refiere no lo que gastó Jorge Lozano Armengol en publicaciones pagadas en los medios de comunicación, sino a un reporte laudatorio e innecesario de las tareas que le correspondían al área de Comunicación. Ese reporte sigue ahí y la CEGAIP no ha dicho nada. Resulta encomiable que la Comisión proceda en contra de quienes han violado el derecho a la información, pero sería gratificante que lo hiciera también con las nuevas autoridades. En ese mismo apartado de gastos en la prensa, la página web del gobierno del estado presenta un informe de gastos de 2008 y a tres meses de iniciada la nueva administración, pareciera que no han gastado un centavo en medios. Bien que la CEGAIP pretenda sancionar a los ex alcaldes, pero bien visto, si no cumplieron en su ejercicio gubernamental, de qué sirve ahora seguir un procedimiento burocrático para aplicar sanciones. Si sirviese de algo como a guisa de ejemplo a los alcaldes en turno enhorabuena, de lo contrario, será un ejercicio inútil más, de esos a los que parece haberse acostumbrado la CEGAIP. |
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