|
Ni recauda, ni gasta, ni deja...
Por JUAN ANTONIO GONZÁLEZ Mayo 13, 2010 El doctor ha resultado ser precario ejecutor, aunque su Secretario de Finanzas, el Contador Público, Jesús Conde Mejía es, en definitiva, muy mal recaudador. 500 millones de pesos esperan al Contador, pero no tiene formas para cobrarlos.
El Congreso del Estado autorizó al gobernador Fernando Toranzo Fernández a que en el ejercicio fiscal 2010 podría cobrar un nuevo impuesto: el denominado Sobre Adquisiciones por Desincorporación de Bienes Ejidales. De acuerdo con lo señalado en el proyecto de Ley de Ingresos 2010 aprobado por los diputados y cuyo contenido está en vigor, estimaba para ese nuevo impuesto una cauda anual de 50 millones de pesos. El Informe Financiero de Gobierno del Estado al Primer Trimestre de 2010 indica que de ese impuesto no ha ingresado nada a las arcas públicas, lo cual resulta ser muy notable si se considera que la actual administración está urgida de ingresos propios. Con el pretexto de que había recibido una administración con la deuda pública más alta de la historia y en un contexto nacional de caída en los ingresos, la administración torancista dio marcha atrás a su propuesta de campaña de no cobrar el Impuesto Sobre la Nómina de las Empresas y lo mantuvo en la Ley de Ingresos. También se desdijo del compromiso de no crear nuevos impuestos y presentó el de Desincorporación de Bienes Ejidales. El mandatario estatal justificó su decisión de no suspender el cobro del Impuesto a la Nómina y la creación del nuevo impuesto debido a que el 94 por ciento de los ingresos del estado provienen de la federación. “El Estado tiene el compromiso de fortalecer sus esquemas de recaudación y establecer mecanismos adicionales de control de los recursos, asegurando su uso eficiente y oportuno”, refiere la exposición de motivos de la Ley de Ingresos. Sin embargo, en los hechos ocurre lo contrario, ni se recaudan los impuestos con eficiencia ni los ingresos que se tienen concluyen en un gasto oportuno, pues como se recordará, el reporte Trimestral demuestra un ejercicio deficiente del gasto público. Si los recursos que se tienen no se ejercen y si se tienen impuestos por cobrar y no se cobra, eso explica entonces el estatus de estancamiento que observa la administración estatal. En la página tres del Informe Financiero Trimestral 2010 de Gobierno del Estado correspondiente al Primer Trimestre, aparece una tabla respecto de los “Ingresos Por Impuestos”. En el apartado correspondiente al Impuesto Sobre Adquisiciones por Desincorporación de Bienes Ejidales”, se estima un presupuesto autorizado anual 2010 por 50 millones de pesos. En esa misma tabla, en el apartado de lo “Captado”, ese impuesto aparece en blanco, es decir, sin ingreso hasta el último día de marzo. Respecto de otros impuestos, se percibe una baja recaudación, por ejemplo, en el Impuesto Sobre Servicios de Hospedaje, de una estimación anual autorizada de 22 millones 864 mil pesos, en el primer trimestre apenas se recaudaron 2 millones 275 mil pesos, es decir, apenas el diez por ciento, lo que viene a reflejar un desplome en la actividad turística durante el primer trimestre. Lo mismo ocurre en el Impuesto Sobre Nóminas de las Empresas, cuyo presupuesto autorizado para 2010 es de 514 millones, 525 mil pesos y en el primer trimestre se habían captado 116 millones 346 mil pesos. Otro ejemplo de escasa capacidad recaudatoria, lo representa el Impuesto Sobre Negocios o Instrumentos Jurídicos, para el que se autorizó una recaudación por 6 millones 593 mil pesos y al cierre de marzo se tenían ingresos un millón 285 mil pesos. |