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Serment intercambia favores y recibe líneaSomete derecho de acceso a la información al libre juego de la oferta y demanda de intereses
Por PROYECTO TÁBANO Septiembre 20, 2011 Si alguna dependencia le negó injustamente información y está por acudir a la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública para que le garantice su derecho, tenga en cuenta que la CEGAIP padece el mal de los actuales organismos autónomos: responde más a los intereses de quienes promovieron a su titular que a los de la ciudadanía. A lo anterior, puede agregar que los entes obligados tienen más posibilidades de hacer un favor a los titulares de la CEGAIP que usted, y entonces las posibilidades de que su derecho de acceso a la información pública quede garantizado se reducen considerablemente. Tal es el caso que han enfrentado la profesora Silvia Vargas Almazán y Jesús Piña Fraga con 61 quejas presentadas ante la CEGAIP en contra del Sistema Educativo Estatal Regular (SEER) por información que no les ha proporcionado la Benemérita y Centenaria Normal del Estado (BECENE) y sobre las que la Comisión ha determinado que “se tiene por cumplida” la resolución que ordena la entrega de los documentos, aunque los quejosos no los hayan recibido. La CEGAIP dictaminó el cumplimiento de su resolución a pesar de que el SEER “acreditó” que intentó notificar a los quejosos para la entrega de la información mediante actas administrativas que presuntamente levantó con una vecina de los quejosos y sobre las que Vargas Almazán y Piña Fraga advirtieron a la Comisión sobre la falsificación de la firma de la vecina en cuando menos 57 de los 61 casos. La misma vecina, a través de los quejosos, hizo llegar a la CEGAIP un escrito en el que menciona que los notificadores del SEER sólo acudieron a su casa en una ocasión y le sorprendió que Piña Fraga le mostró 61 actas administrativas levantadas con ella, además de que desconocía su firma. “Ante estos hechos, manifiesto mi disposición para acudir ante cualquier autoridad a denunciar el abuso de confianza del que fui objeto por parte de estas personas para que se actúe contra quien resulte responsables”, señala en su escrito Margarita Ponce Galaviz, vecina de Piña Fraga. El pasado 14 de septiembre, por estrados, la CEGAIP notificó un acuerdo de Alfonso Serment Gómez, presidente del organismo, en el que se afirma que “…no se está en posibilidad de desvirtuar o anular el contenido de las actas, ya que no resulta suficiente la simple manifestación de la quejosa en tal sentido, sino que por el contrario, resulta necesario la existencia en el expediente en estudio de una prueba fehaciente que en efecto constate la falsedad aducida y en la especie dicha circunstancia no acontece”. En el texto del acuerdo se omite cualquier mención al escrito de Ponce Galaviz y a su disposición “para acudir ante cualquier autoridad a denunciar el abuso de confianza del que fui objeto”. Y el acuerdo de Serment Gómez va más allá: No se puede argumentar que las firmas son falsas porque “no resulta evidente para esta Comisión que en efecto las firmas plasmadas a nombre de la C. Margarita Ponce Galaviz sean distintas”. Piña Fraga comentó que, además de la falsificación de firmas, el SEER aseguró que nunca se presentaron por la información ante las instalaciones de la BECENE y, a pesar de que se acreditó con documentos sellados en la propia Normal del Estado que se acudió por la información, para la CEGAIP resultaron tener validez sólo los documentos del SEER y ninguno de la parte quejosa. La razón del favoritismo Durante los días 7, 8 y 9 de septiembre, Alfonso Serment Gómez, presidente de la CEGAIP, acudió a la Semana Nacional de Transparencia, organizada por el IFAI y que se llevó a cabo en el Palacio de Minería de la Ciudad de México. Ahí también estuvo Piña Fraga. Durante el evento, Serment Gómez fue interrumpido por una llamada a su celular. El senador Alejandro Zapata Perogordo sacaba de las conferencias al presidente de la CEGAIP para manifestarle su preocupación por un asunto que deseaba se resolviera sin que se afectara a sus amigos del magisterio. Al menos esa fue la versión que obtuvo Piña Fraga mientras seguían en ese evento. Mientras Zapata Perogordo intercedía a favor de un ente caracterizado por su opacidad, José Woldemberg, ex presidente del IFE; exponía en su conferencia magistral: “En ocasiones da la impresión que los grupos parlamentarios prefieren negociar con el criterio de cuotas, lo cual facilita los acuerdos, pero tiende a convertir a los órganos autónomos, o mejor dicho, a sus titulares, en correas de transmisión de los partidos que los postularon. “Esa fórmula es grave de por sí, pero resulta aún peor que quien es nombrado a un cargo se asuma como el representante de intereses de parte y no como el titular de un órgano que por su propia definición no puede, no debe, asumir partidos predeterminados. “O para decirlo de otra manera, resulta impertinente que los partidos políticos, a través de sus grupos en los congresos, prefieran contar con enviados o representantes en los órganos autónomos; pero resulta aún peor que los nombrados se piensen a sí mismos y actúen como si fueran los mandaderos de sus designadores”. Es posible que Serment no haya podido escuchar lo dicho por Woldemberg por estar atendiendo la llamada, o si lo hizo, se haya limitado a encoger los hombros y pensar “¿Y qué? Si así es en todos lados, ¿cuál es el problema?”. Cinco días después de concluida la Semana Nacional de Transparencia, Serment ordenó colocar en los estrados de la CEGAIP el acuerdo que valida toda la versión del SEER y la BECENE y da por garantizado el derecho de acceso a la información pública aunque los quejosos no hayan obtenido los documentos requeridos. Piña Fraga relató que al protestar directamente ante Serment Gómez contra el acuerdo que da por concluidos los 61 casos, el funcionario tuvo el descaro de confirmarle la llamada telefónica del senador Zapata Perogordo, con el comentario de que ante una petición así no podía actuar de otra manera. Piña Fraga se llevó una sorpresa adicional: de su conversación con Serment Gómez concluyó que la decisión de archivar los expedientes tiene además el carácter de pago de un favor que le hará el SEER a la CEGAIP, pues la Comisión pidió el apoyo de ese ente obligado para un evento que realizará en el Museo del Ferrocarril, en el que necesita la participación de niños de varias escuelas. Así, la garantía del derecho de acceso a la información pública no se encuentra en la CEGAIP, sino en los opacos hilos que guían los intereses que mueven a quienes encabezan el organismo que, un día sí y el otro también, acumula ejemplos de no atender a su verdadera razón de ser. |